Esa maldita sensación de querer ir lejos, agarrar tus cosas y seguir un camino sin rumbo fijo. No te imaginas cuánto necesito alejarme de los enredos amorosos, los problemas, las ramos de la universidad, las redes sociales, del tiempo y por sobre todo alejarme de mis emociones.
Es como si mi cabeza fuese una bomba de tiempo con 30 segundos, que explotará en cualquier momento.
cómo me gustaría no saber de nadie (sin ofender).
Necesito tomar otro aire, si, necesito sentir el sol de invierno que intenta calentar mis ropas y mi piel. necesito caminar por las calles y no ver caras conocidas, necesito sentirme como una anónima, aunque sea por sólo un momento. sin que te pregunten que te sucede.
muchos dirán lo cobarde que soy al decir esto, pero a veces es momento de hacer una pausa en nuestras vidas y salir de nuestros cuerpos para poder apreciar nuestros actos, nuestras sensaciones, nuestras vidas.
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