Nos cuesta darle la mano a la vida y dejarnos conducir. Dejar que el viento nos lleve a donde debemos ir. Porque cuando uno esta en el lugar donde debe estar, todo fluye, todo es como debe ser. La felicidad de cada uno esta cerca, al alcance de la mano. A veces la buscamos afuera . . . lejos, pero esta muy cerca, tan cerca que a veces no la vemos.
La vida esta llena de señales que nos conducen hacía nuestra felicidad solo hay que saber verlas.
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